Impresionismo, Desde un pretendido análisis antropológico por Flavia Valeria Mauro
Impresionismo
Desde un pretendido
análisis antropológico por Flavia
Valeria Mauro
"Los
hombres delante de las ideas sencillas son como murciélagos delante de la
luz"…
Contexto histórico de
existencia
“…Para
la antropología cultural suele decirse que: es preciso que los fenómenos
sociales sean explicados desde el punto
de vista social como desde el cultural, ya
que los comportamientos sociales y los artificios de una época reflejan los valores y normas sociales de la
sociedad, valga la redundancia, a que
pertenecen. Es por eso que los antropólogos intentan explicar cada elemento de
una cultura concreta por su relación con los otros…” *1- .
Si intentamos definir el término cultura decimos que la
cultura es aquel conjunto de elementos materiales e inmateriales que determinan
en su conjunto el estilo de vida de una comunidad, y que incluye técnicas,
pautas sociales, lenguaje, sistemas sociales, económicos, políticos, artísticos
y religiosos. Como pautas sociales entendemos a la moral, las creencias, costumbres
y toda la serie de hábitos que el hombre adquiere en tanto es miembro de una
sociedad. Decimos que a medida que crecemos, vamos aceptando las formas de
pensar y comportarse (como lo son las costumbres y comportamiento, como ideas y
creencias), entramos a formar parte de una sociedad y de una vida que llamamos
cultura. El hacer del hombre y el padecer del hombre en la
sociedad.
En el siglo
XIX no se inventó prácticamente nada, sino que se potencian aspectos que
anteriormente no habían tenido la importancia de la que se complacerán ahora. A
mediados del siglo XVIII y tras un rico bagaje
sociocultural proporcionado por los descubrimientos y exploraciones de nuevas
tierras, los pensadores del viejo continente comienzan a esbozar, bajo el
prisma científico, diversas teorías que intentan explicar las, a priori,
grandes diferencias culturales que existen entre los diferentes pueblos
esparcidos por el globo. La línea básica seguida por estos exploradores es la
tan gastada idea de progreso, cuyo uso indiscriminado y gratuito ha
provocado tantos problemas en nuestro siglo. Para los ilustrados las
diferencias culturales estaban marcadas por un mayor grado o no de progreso
intelectual y tecnológico que establecían ellos mismos: de la barbarie a la
civilización. El arte culto y el popular estaban al
servicio de dos tipos de personajes, y de dos clases sociales: burgueses y
proletarios. Además, el siglo se abre tras dos acontecimientos fundamentales: el iluminismo o ilustración fruto de la Revolución Francesa ,
y la Revolución Industrial
y la nueva estructura social que ésta trae consigo. Ese iluminismo (las ideas
procedentes de la
Ilustración , el pensamiento, el progreso...) favorecerá
especialmente los aspectos de racionalización, de análisis de las
circunstancias, de búsqueda de explicaciones científicas, de abandono de los
pensamientos dogmáticos y religiosos. La sociedad no se conforma ya con ideas
implantadas desde una justificación religiosa, sino que ahora las verdades han
de mostrarse lógicamente. Este pensamiento someterá las actuaciones sociales y
políticas, y como consecuencia aparece un fenómeno tan importante como la Revolución Francesa ,
que invierte el orden establecido, a partir de la cual del Antiguo Régimen
desaparece. Se implantan las libertades, los súbditos se convierten en
ciudadanos, y ejercen sus derechos. Consecuencia también de ese pensamiento
ilustrado, o contemporáneo, se produce otra alteración del status, y que se
plasma en niveles tecnológicos, como será la Revolución Industrial ,
que cambiará las relaciones laborales y sociales, pasando de una economía
agrícola a una industrial, algo importante a todos los niveles, porque las
fábricas necesitarán una mano de obra que vendrá del campo, haciéndose más
amplias las ciudades y su sociedad. Las condiciones de trabajo son
extraordinariamente diferentes, así como sus condiciones de vivienda, etc. Se
crea por tanto una población insatisfecha, que vive de un salario y que debe
acomodarse a unas formas de vida a las que no estaba acostumbrada. Esto creará
un sistema inestable que desembocará en los movimientos revolucionarios
sociales y políticos.
El Impresionismo
(1869 – 1885) nace como una reacción
progresista ante el Realismo y la
Escuela paisajística francesa de finales del siglo XIX. Se
relaciona, el comienzo del impresionismo
con una transformación social y filosófica; por un lado, el auge de la
burguesía, y por otro, la llegada del
positivismo. La burguesía, como nuevo fenómeno social, trae sus propios usos y
costumbres; unos afectan al campo, que deja de ser lugar de trabajo para
convertirse en lugar de ocio: las excursiones campestres. Es el mundo plasmado
por Monet
y Renoir.
Y la ciudad, se convierte en nuevo
espacio para la nueva clase social: aparecen los flanneurs, paseantes ociosos
que se lucen y asisten a conciertos en los boulevards y los jardines de
París.
También cobra relevancia la noche y sus habitantes, el paseo, los
locales nocturnos, el ballet, las cantantes de cabaret, los cafés y sus
tertulias. Es decir se propicia un ambiente distendido donde el ciudadano que
puede acceder a este nivel de vida, lo disfruta a destajo, marcándose
progresivamente las diferencias entre las clases sociales.
Es un mundo fascinante, del cual los
impresionistas extraen sus temas: en especial Degas
o Toulouse-Lautrec.
Porque para ellos se habían terminado
los temas extraordinarios del pasado. El positivismo acarrea una concepción de
honestidad de la percepción, de un criterio científico que resta valor a todo
lo que no sea clasificable según las leyes del color y de la óptica. Según
esto, “…cualquier objeto natural, visible, afectado por la luz y el color, es
susceptible de ser representado artísticamente…”. Los impresionista se vuelcan
a retratar todos esos cambios que se dan
en el quehacer de la vida, las personas disfrutando de una comida frugal
en una tarde de sol, una salida a
navegar, un paseo nocturno etc. Los impresionistas se agruparon en torno a la
figura de Manet,
el rechazado de los Salones oficiales y promotor del Salon des Refusés. Ante el
nuevo léxico que proponen, de pincelada descompuesta en colores primarios que
han de recomponerse en la retina del espectador, el público reacciona en
contra, incapaz de "leer" correctamente el nuevo lenguaje.
Contexto de existencia
Los integrantes de una sociedad comparten una cultura que les es común,
la cual es transmitida, fomentada a partir del momento en el que el sujeto
se hace parte de la sociedad, y es
atravesado por situaciones que lo configuran dentro de su realidad. La cultura
real es aquella de la que somos participes en la actualidad, esta cultura
es heredada por nuestros padres y guarda patrones de tradición los cuales se
ven modificados por los avances tecnológicos que dan lugar a la difusión de
nuevos sistemas de valores. Por ello la cultura real es el producto de las
supervivencias de las generaciones. Por otro lado la cultura ideal es aquella que anhelamos
poseer, esta se fundamenta en la mayor practica y defensa aquellos valores mas
desgraciados u olvidados dentro de la sociedad, y en el caso del arte lo
entiendo desde la perpectiva de salirse de los limites acaademisistas impuestos
e indagar,permitirse busear otros modos de entender la realidad. La relación
fundamental entre individuo y cultura se basa en la personalidad humana ya que
de la personalidad nacen las necesidades síquicas y biológicas las cuales
representan a la cultura no material y a la cultura material, y la fusión de
estas últimas genera cultura, los impresionistas crearon unmodo diferente de
entender su realidad y modificar la idea de cultura ideal.
FENÓMENOS CULTURALES.
- ETNOCENTRISMO: Este fenómeno se presenta cuando
miembros de una sociedad súper valoran su cultura, creyéndola superior a
la de los demás. ( en el caso del arte podemos decir que ante la magnitud
de apertura con la que se gesto el moviendo Impresionista los que “sabian
“ de arte se mostraron etnocentristas ante tan contraria postura
pictorica)
- SHOCK CULTURAL: Al estar un individuo en un medio
cultural en donde se le respeta y comparten sus creencias, sus valores,
sus costumbres; se dice que esta familiarizado con es medio, es su
cultura. ( es ese vinculo de pertenencia, esa sensación de no estar solo,
al que se encontraban familiarizados los artistas de la corriente
Impresionista)
- ACULTURACION: Es el proceso mediante el cual una
persona se identifica a medias con una cultura extraña a la propia,
llegando incluso a adoptar los valores, creencias y costumbres de la
cultura ajena. En este proceso el individuo pierde elementos importantes
de su cultura original, pero tampoco se logra identificar plena y
satisfactoriamente con la extraña. ( Los impresionistas, si bien eran
participes de su cultura real, se mostraban en un proseso de aculturacion
con respecto a lo que se conocia en materia de arte y la concepción de
este, su proseso de aculturacion se fue dando paulatinamente con el
descubrimiento de la ciencia y la propia observación practica)
- GRUPO CULTURAL: Son aquellos grupos que comparten
entre si algunas normas culturales diferentes a las aceptadas por el resto
de la comunidad. Esta cultura se halla determinada en la mayoría de los
casos, por la ubicación geográfica del grupo social que lo desarrolla. En
las sociedades estos grupos juegan un papel muy importante, por cuanto en
ellos nacen las peculiaridades culturales de los pueblos. (es claro que
los pintores que tenian ideas en comun con respecto al color , el captar
el momento, ect se conformaron de manera progresiva, dando, sin querer
comienso a un hito historico en materia del arte)
- CONTRA - CULTURA:
Dentro de los grupos sociales que comparten determinadas normas culturales
y que conforman entre si el fenómeno denominado grupo cultural,
encontramos grupos que con las mismas características atacan o rechazan
fuertemente las normas culturales establecidas, que cobijan a toda la
colectividad. A esta posición radical en contra de la cultura establecida
por parte de una subcultura o grupo cultural mas pequeño que el dominante,
se le denomina contra - cultura. Generalmente pretenden imponer sus
valores particulares, a los ya establecidos.
El movimiento cultural impresionista no es algo que surja porque sí
en el siglo XIX, sino que encontraremos a lo largo de los siglos anteriores
importantes antecedentes, fundamentales para entender el surgir de este arte
que impactó durante este siglo. Las preocupaciones luminosas de estos "pre
impresionista" resultarán evidentes, pero resultarán indispensables los
avances físicos que se producen en la segunda mitad del siglo XIX para
comprender la naturaleza de la luz. La
luz es el vehículo necesario de toda impresión visual, por lo que constituye la
principal preocupación del pintor. Lo que vemos no son los objetos sino las
manchas coloreadas que las envuelven y que es lo que hay que pintar. Podemos
afirmar que la impresión adquiere en estos momentos un carácter irreal, pero
para el pintor ha de tener y tiene el mismo valor que la realidad objetiva. El comienzo se da en 1863, con la creación
del Salón des Refusés, ( el salón de los rechazados) que fue impuesto como
alternativa para mostrar los trabajos de los pintores que avían sido rechazados
en el llamado salón de Otoño que mantenía un arte estancado y carente de
originalidad, el publico acudió,
principalmente a burlarse de los pobres principiantes que no podían aceptar
el veredicto de los que “sabían”. La mayor parte de la generación impresionista
nació entre 1830 y 1844,
pero no se encontraron en París hasta la década de 1860.
El acontecimiento decisivo no ocurrió hasta 1869,
cuando Renoir
y Claude Monet pintaron juntos en La Grenouillère- "ranería"
o estanque, en francés, en este caso el principal del Bois de Boulogne-, sin
duda el año más importante para el movimiento impresionista. Fue allí donde
ambos descubrieron que las sombras no son pardas ni negras, sino coloreadas en
su periferia, y que el color local de los objetos queda modificado por la luz
que los ilumina, por reflejos de otros objetos y por contrastes de colores
yuxtapuestos. Los dos pintores comenzaron a usar con creciente frecuencia
colores puros y sin mezcla, sobre todo los tres colores primarios y sus
complementarios, y a prescindir de negros, pardos y tonos terrosos. Aprendieron
también a manejar la pintura más libre y sueltamente, sin tratar de ocultar sus
pinceladas fragmentadas y la luz se fue convirtiendo en el gran factor
unificador de la figura, loa bodegones y el paisaje
Relación con los procesos históricos
globales
Influencias: Las novedades técnicas y teóricas que los sucesos
históricos trajeron, exigen un estudio
detallado, bueno es advertir que al
movimiento impresionista no le faltan antecedentes. Rembrandt, Velázquez, Hals,
Watteau, Fragonard, Goya, Delacroix, el mismo Coubert, y aun antes, los
venecianos, habían venido preocupándose por la luz y sus efectos sobre las
cosas. Muy cerca están también tres pintores ingleses, que, por el énfasis que
dan a la luz, adelantan el primer postulado del impresionismo; Richard Bonintong
(1802-1828) y sus compatriotas Turner y Constable.
Influencia japonesa Los impresionistas piden al arte japonés sugerencias
internas de acuerdo con sus propias búsquedas: una limpidez nueva, la claridad
de las sombras, el gusto por la síntesis, la asimetría del planteamiento, sus
escorzos y vistas desde un ángulo elevado, sus figuras desprovistas de eje,
recortadas en los bordes, la tensión contrastada entre las superficies claras y
oscuras... Y los temas. Como los artistas japoneses de la Escuela de Hokusai,
los pintores impresionistas se empeñan en elegir sus temas a partir de las
cosas que les rodean. Frente a melodramáticos cuadros sociales, empalagosos
sucesos campesinos o pomposos interiores burgueses de un realismo que no deja
nada librado al asar, y de frente, también, a la habitual pintura oficial de
historias moralizantes, el Rechazo a los recursos formales renacentistas
prefiriendo concentrar su atención en espacios más planos y más sencillos, en
superficies más luminosas. Consideraban que la luz y el color son los elementos que nos
permiten constatar la realidad, por ello, se centran en ellos como variaciones
a la hora de representar la realidad. También se analizan técnica y
científicamente el color, los pigmentos, etc Los tres problemas claves
del Impresionismo habían sido la luz, el espacio y el momento. Impresionismo
plantea la batalla sobre la noción todavía apremiante del tema, que ahora se
transforma en "motivo", y sobre la afirmación absoluta de la
independencia creadora y la necesidad del artista, planteada por Baudelaire, de
pertenecer a su tiempo, de expresar la modernidad
Procesos de identificación
Bases sobre las que
se asientan, rastreo en la historia sobre los orígenes…
Hacia
mediados del siglo XIX, el pintor francés Gustave Courbet rechazaba tanto el neoclasicismo como
el romanticismo y proclamaba un movimiento individual llamado realismo. No le
interesaba la pintura histórica, ni los retratos de los gobernantes, ni los
temas exóticos, pues creía que el artista
debía ser realista y pintar los acontecimientos cotidianos de la gente común.
El entorno elegido para muchos de sus lienzos fue Ornans, su villa natal en el
levante francés; allí retrató a obreros urbanizando un camino, a ciudadanos
concurriendo a un funeral, o a hombres sentados alrededor de la mesa escuchando
música, bebiendo o fumando. Aunque no
existía ningún movimiento artístico realista formal, la obra de algunos
pintores del siglo XIX presenta tendencias que pudieran ser identificadas como
tales. Honoré Daumier, más conocido por sus litografías, pintó pequeños lienzos realistas sobre la vida en las calles de París,
y en algunos casos se tacha de realista social a Jean-François Millet, de la Escuela de Barbizon.
Manet también retomó algunos maestros anteriores -Velázquez y Goya-
recreándolos de acuerdo con la vida contemporánea, a su propio estilo,
aplanando las figuras y neutralizando las expresiones emocionales Dicho estilo
cuenta como precedente con los paisajistas de la Escuela de Barbizon,
dependiente del último Realismo francés. Corot
y Millet
son las referencias más inmediatas en Francia, apoyados por la innovación de
los paisajes de Turner.
Esta tendencia paisajista la desarrollaron los integrantes del denominado
Grupo de Batignoles, llamados así por vivir en el barrio del mismo nombre.
Éstos son Monet, Boudin, Renoir... También toman referencias, especialmente de
color y composición, del Siglo de Oro
español. El japonismo,
una moda de la época, añadió su parte a través de grabados que enseñaron a los
artistas una forma nueva de ver el espacio y de utilizar los colores planos,
sin intentar falsificar la realidad del cuadro con la tercera dimensión. Por
último, la fotografía fue otro enlace, aunque no está claro si la
espontaneidad de la captación del momento la aprende el Impresionismo de la
fotografía o, más bien, ésta es la alumna de aquél. En cualquier caso, el
resultado es una pintura amable, ligera, frecuentemente de paisaje, llena de
luz y color, con pinceladas muy cortas que a veces dejan entrever el blanco
del lienzo. No son cuadros grandes puesto que responden a encargos privados.
Están alejados de cualquier compromiso social (casi todos los impresionistas
se fueron de vacaciones al campo o a Inglaterra durante la represión de los
movimientos obreros de la década de 1880) y no tardaron en ser refrendados por
una amplia aceptación social, de esta burguesía que se veía retratada en los
lienzos impresionistas, al modo en que el mundo noctámbulo parisino se refleja
en el espejo de La Barra del
Folies-Bergère de Manet.
Agentes de los procesos de identificación y definición de
identidad
Quienes son los que
construyen el discurso de identidad?
Sentido
de pertenencia e identificación. Desde
el momento mismo en que el hombre fue conciente de que “la unión hace la
fuerza”, “…ha procurado siempre mantener esta unión, con el fin de consolidar
grupos, asociaciones que le permitan satisfacer necesidades de la manera mas
eficaz. Se puede decir que desde el aparecimiento del hombre, ha dominado
siempre la tendencia a la asociación, como consecuencia de la ayuda mutua. La
ayuda en la realización de tan diversas labores, con llevo a la formación de
pautas o reglas que permitieran formar un solo frente de conducto. De esta
manera los asociados crearan normas que facilitaran la cohesión del grupo, así
como la identificación de intereses comunes. A esta aceptación de normas y
pautas como conciencia de la unidad grupal, se debió al nacimiento de las
instituciones, como frentes de ayuda social. De esta manera, se puede concebir
a la sociedad como la relación entre grupos e instituciones, con el fin de
satisfacer necesidades comunes…”*1
La mayor parte de la generación impresionista nació entre 1830 y 1844, pero no se
encontraron en París
hasta la década de 1860.
El acontecimiento decisivo no ocurrió hasta
1869, cuando Renoir y Claude Monet
pintaron juntos en La
Grenouillère- "ranería" o estanque, en francés,
en este caso el principal del Bois de Boulogne-,
sin duda el año más importante para el movimiento impresionista. Fue allí donde
ambos descubrieron que las sombras no son pardas ni negras, sino coloreadas en
su periferia, y que el color local de los objetos queda modificado por la luz
que los ilumina, por reflejos de otros objetos y por contrastes de colores
yuxtapuestos. Los dos pintores comenzaron a usar con creciente frecuencia
colores puros y sin mezcla, sobre todo los tres colores primarios y sus
complementarios, y a prescindir de negros, pardos y tonos terrosos. Aprendieron
también a manejar la pintura más libre y sueltamente, sin tratar de ocultar sus
pinceladas fragmentadas y la luz se fue convirtiendo en el gran factor
unificador de la figura y el paisaje. A finales de 1869 los principales
pintores impresionistas ya se conocían bien unos a otros Gustave Courbet, Charles Daubigny, Alfred
Sisley, Claude Monet, Manet, Pierre Auguste Rendir, Paul Cézanne,
Gauguin, Toulouse-Lautrec
o Henri Matisse entre otros.
Por entonces el Café Guerbois, en la Rue de Batignolles, cerca del taller de Edouard Manet
(quien parece que por el momento era la personalidad dominante) se convirtió en
el cuartel general de este círculo artístico. La actitud de solidaridad de los
impresionistas a comienzos de la años 1870
se expresa de un modo muy revelador en algunos retratos de grupo como el de Fantin-Latour
(Taller en el barrio de Batignolles, 1870) o el de Bazille (El taller del artista en la Rue de la Condamine, 1870).
Todos los pintores que se reconociesen por
tener intereses comunes, aquellos que tratan de
plasmar la impresión coloreada, la sensación que recibe el ojo al contacto con
la luz y toman una actitud critica frente al carácter absoluto del color local
de los objetos, y son concientes de cómo
este se va condicionando tanto por la luz que en estos incide, como asi
también por la acción de la atmósfera y
la colaboración del entorno con respecto al tratamiento de la luz, el
color, y el tiempo, eran ya conscientes
de formar un grupo y de tener iguales objetivos que defender. Su primera
aparición pública como tal se estaba gestando. Con el fin de llegar al público intentaron integrar a otros artistas
y fundaron una “sociedad anónima” (entendiendo a la sociedad
como individuos con los mismos intereses) de pintores, escultores
y grabadores
que en 1874,
logró organizar una muestra en los salones del fotógrafo Nadar. En total
participaron treinta y nueve pintores con más de ciento sesenta y cinco obras
de las que diez eran de Degas, la
mayor aportación individual del grupo, y entre las que estaba la ya legendaria Impresión:
Amanecer de Monet que, burlonamente citada por un crítico, dio nombre al grupo.
Paradójicamente con las intenciones que tenían los críticos de arte al citar
este termino de manera burlesca, fue el comienzo de la identidad del grupo, se afianzaron
conocimientos en forma conjunta y se debatía y compartía pos descubrimientos
individuales, creándose posturas y distinciones con la visión del arte
academicista que aun reinaba en la visión común de la sociedad.
Económicamente la exposición fue un desastre
pero consiguió dar unidad a los impresionistas y sirvió de antecedente para
agrupaciones futuras, más tarde en 1876 abrieron una nueva muestra, y en el 1877, una tercera. Pero el
público no cesaba en su incompatibilidad y hasta 1879 el número de
visitantes no creció. El éxito había de llegar, lento pero seguro, aunque será
precisamente el éxito del grupo lo que pondrá fin a estas muestras colectivas.
Los autores impresionistas no forman un
grupo homogéneo, no tienen conciencia de grupo,
ni posee unos textos que les sirvan de ideario, ni tampoco proceden de
una misma espera social ni política. Sin embargo, todos ellos reivindican la
libertad a la hora de llevar a cabo una poética creativa, una libertad
concretada a la hora de seleccionar el motivo pictórico, cada uno de ellos plasma
lo que ve, y cada uno de ellos ve algo distinto aún cuando proyecten su mirada
sobre el mismo objeto, es decir no ven
tanto el objeto como la percepción cromática que de ese objeto tiene cada uno
de ellos, y que además se puede ir transformando. Ven colores que conforman
cosas, y eso es lo que plasman: formas compuestas por colores. Además, no sólo
perciben esos colores, sino esos colores cambiantes, que dependen de las
circunstancias atmosféricas, que varían según la intensidad de la luz, etc. Esa
es su preocupación: mostrar el cromatismo del objeto en unas circunstancias
concretas: ven el color a través del tiempo y la atmósfera. Todo esto hace que
los pintores impresionistas acudan muchas veces a la elaboración de series de
un mismo objeto en diferentes circunstancias atmosféricas y temporales, no les
importa tanto el objeto como las variaciones cromáticas que el objeto sufre a
lo largo del día. Todo ello viene dado, entre otras cosas, por el desarrollo de
la luz artificial (luz de gas, luz eléctrica). Hay nuevas maneras de iluminar
que hacer resaltar determinados aspectos. Además de esos avances técnicos,
desde el mundo de la ciencia se llevan a cabo una serie de investigaciones en
torno a la luz y el color La percepción de la realidad que tratan de plasmar
está relacionada también con la forma en que trabajan las obras, ya que
abandonan definitivamente el taller y salen a pintar al aire libre. No es algo
nuevo, ya lo había más o menos hecho Constable o los pre-Rafaelitas, pero ahora
es una exigencia del movimiento impresionista. Se busca así la plasmación del
momento concreto. Esto también estará favorecido por cuestiones materiales y
prácticas: empiezan a venderse lienzos ya preparados, y los pigmentos se venden
en tubos, lo que hace más loable el abandono del taller, ya que el artista
puede portar bajo el brazo el caballete, los lienzos y los pigmentos, y
trasladarse a donde quiera. Lo que antes se hacía en boceto, en acuarelas,
ahora forma parte de la obra original y acabada.
Agentes El Impresionismo cuenta con el
apoyo de dos fuerzas sociales emergentes: la crítica de arte, que se encargará
de encauzar el gusto del público; y los marchands, los vendedores de arte, que
colocan sus cuadros en las mejores colecciones del país. Las tertulias, los
Salones extra-oficiales y el propio escándalo se convirtieron en vehículos
propagandísticos del nuevo estilo.Un conocido vendedor de arteel sr.
Durand-Ruel ,se convertira en el marchante "oficial" del grupo
Disolución A finales de la década del 70, los impresionistas
comenzaron a disolverse, a tener dudas, a encontrar que su modo de expresión
que su arte era insuficiente. Es sorprendente que el momento de auge de este
nuevo estilo durase tan poco tiempo. Se puede acreditar que, evidentemente,
después de tan larga lucha, los impresionistas pudieron darse cuenta de que
habían creado y desarrollado un nuevo idioma válido y original, y continuar, en
consecuencia, durante muchos años, sacando las deducciones de sus
descubrimientos. Pero lo cierto es que, en términos generales, no lo hicieron
así. Clark en (diccionario de las artes) encuentra una explicación a esto en
las limitaciones inherentes a un estilo que trata de transcribir simplemente la
naturaleza y lo cierto es que los pintores llegaron a darse cuenta de que se
hallaban en un callejón sin salida estilístico. Se encontraron con el paredón
del callejón cuando se dieron cuenta que toda su revolución
había consistido en poner los colores desde el tubo directamente en el lienzo, sin
pasar por la paleta, pero que por lo demás, no habían inventado nada que no se
había hecho desde Giotto:
Pintar
lo más fielmente lo que veían. Era
bueno que desapareciesen, dejando paso al expresionismo
del siglo XX:
permitir a los artistas volver a las raíces de todo el arte: el arte africano.
Destinatarios del
discurso de identidad
MOVIMIENTOS POSTIMPRESIONISTAS
El conjunto de los impresionistas realizó
siete exposiciones hasta 1886. En 1883 se inicia la decadencia del movimiento
cuando surge con claridad una nueva orientación. Las últimas décadas del XIX
constituyen el punto de arranque de la gran revolución estética que supone el
arte contemporáneo. Aparte de su propagación directa el impresionismo ha tenido
una repercusión mundial en el sentido que la mayoría de los pintores desde esa
época usan en mayor o menor medida procedimientos que deben mucho al
impresionismo. Podemos decir que el impresionismo marca el primer paso hacia el
arte contemporáneo y el último paso de la tradición pictórica clásica.
En la década de 1880, y durante un breve periodo, Pissarro se desvió hacia una nueva técnica, una ramificación del impresionismo desarrollada por Georges Seurat y conocida como divisionismo o puntillismo. Seurat y sus seguidores transformaron la pincelada suelta, típica del impresionismo, en puntitos de pigmento puro, yuxtaponiendo sobre el lienzo zonas diminutas de colores complementarios. Las teorías de Seurat procedían de sus lecturas de los textos estéticos y científicos del siglo XIX sobre el color. Esta técnica se aprecia perfectamente en una de sus obras más espectaculares, Un domingo de verano enla Grande Jatte
(1884-1886, Instituto de Arte de Chicago).
Las obras tempranas de tres importantes artistas de finales del siglo
XIX, Vincent van Gogh, Paul Gauguin y Henri de Toulouse-Lautrec, denotaban la
influencia del impresionismo, pero acabaron por desarrollar estilos
postimpresionistas claramente definidos. Tanto Van Gogh como Pissarro hicieron
breves experimentos con la división del color. Sin embargo, en el estilo
desarrollado por Van Gogh era típico el empleo del color puro, aplicado muy denso
en pinceladas vacilantes que dotaban a la obra de intensa expresión emocional.
Muchos de sus lienzos, en especial los de cipreses azotados por el viento y los
de campos de trigo bajo cielos tormentosos, expresan su propio estado de ánimo,
tal como lo reflejan las fuerzas de la naturaleza. El estilo de Van Gogh
ejerció gran influencia sobre los pintores del norte de Europa que, a
principios del siglo XX, desarrollaron el expresionismo. La obra de Gauguin
refleja también distorsiones de línea y de color, pero difiere de la suya en
que es más simbólica que expresionista. Las zonas de colores planos intensos
forman motivos decorativos, con los contornos muy marcados. Gauguin fue la
figura central de un nuevo movimiento conocido como simbolismo, activo durante
la década de 1890, cuyos inmediatos seguidores formaban el grupo de los nabis.
Otro camino tomó Toulouse-Lautrec, pintor de personas, que elegía a sus modelos
entre las cantantes y bailarinas de cabaré, y las prostitutas; estas figuras
eran la expresión de la decadencia social del París de la Belle Époque. Como muchos
otros artistas -Manet, Degas o la estadounidense Mary Cassatt-, estaba influido
por el estilo plano y la composición en apariencia descuidada de los grabados
japoneses. Toulouse-Lautrec tenía un gran sentido de la línea, apreciable en
sus dibujos y litografías de color, sobre todo en sus carteles para el Moulin
Rouge y otros lugares de esparcimiento parisinos. El impresionismo es la
primera gran vanguardia, es el inicio de toda una serie de investigaciones,
conquistas, procedimientos nuevos, que culminan en los años 20 del siglo XX con
las vanguardias históricas. El impresionismo procede de la expresión realista,
de la insistencia en el análisis de la realidad. Es un movimiento que tiene grandes
singularidades y notas comunes entre los autores: Apuesta por la elaboración de
un lenguaje personal y una necesidad de ejercer la libertad artística Los
impresionistas abren el camino a la pintura posterior. Habrá un
neo-impresionismo: deseo de algunos pintores de retomar lar raíces
impresionistas y darles un nuevo enfoque, seguir al pie de la letra los
principios teóricos impresionistas, llevando a cabo la pintura puntillista o
divisionista. Habrá también un post-impresionismo: todas aquellas posibilidades
que derivan de la actitud impresionista, de la libertad a la hora de la
ejecución de la obra, representada esta línea sobre todo por Cezanne, Gauguin y
Van Gogh. Cada uno de ellos abre un puerto diferente del post-impresionismo:
Cezanne cubismo; Gauguin simbolismo, modernismo y expresionismo; Van Gogh
fauvismo y expresionismo. El
resultado, ya en el siglo XX, será la sucesión de movimientos artísticos de
forma vertiginosa (conocidos como "ismos") que romperán con los
esquemas basados en el orden y la medida, que habían caracterizado a los
serenos y elaborados estilos tradicionales. En el fondo constituye la respuesta
que las vanguardias artísticas elaborarán para dar respuesta a las necesidades
y anhelos que la nueva sociedad industrial reclama. Se trata de una respuesta
que no se limita al campo de las artes plásticas; por el contrario, la mayoría
de estos movimientos tienen un origen literario y aspiran a integrar
manifestaciones tan variadas como la poesía, pintura, arquitectura, escultura,
cine e incluso la manera de vivir.
En la década de 1880, y durante un breve periodo, Pissarro se desvió hacia una nueva técnica, una ramificación del impresionismo desarrollada por Georges Seurat y conocida como divisionismo o puntillismo. Seurat y sus seguidores transformaron la pincelada suelta, típica del impresionismo, en puntitos de pigmento puro, yuxtaponiendo sobre el lienzo zonas diminutas de colores complementarios. Las teorías de Seurat procedían de sus lecturas de los textos estéticos y científicos del siglo XIX sobre el color. Esta técnica se aprecia perfectamente en una de sus obras más espectaculares, Un domingo de verano en
Opinión personal
Dejarse invadir por la luz mas allá de lo que esta provoque a
nuestros ojos, intentar anclar la belleza en un instante… desfilar con los ojos por la esencia de lo
intangible, lo fugaz, la visión real de las cosas o lo que sa cosas quieren
ser…permitirnos bucear por los delirios de los astros del cielo y la
incandescente luz de un farol
vigilante…
la visión impresionista es la, la visión poética de la vida, la que padece
y antecede a la vulgaridad del alma y a la realidad material de un mundo ajeno
para los que tenemos alas…
Y desde el punto de vista amtropologico, considero que
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