Olga y Letizia Cossettini - investigaciones personales
"…Traigo un bello origen,
vengo de una larga familia de maestros. Mi padre era un maestro italiano
residente en la Argentina ",
dice Leticia explicando un poco cómo nació su pasión por la docencia. ¿Y dónde
estudió para ser maestra? Con sabiduría, Leticia construye una respuesta que
trasciende ampliamente la pregunta, y contesta: "Mis maestros no fueron
los sabios, mis maestros fueron la gente que tiene una sensibilidad encantadora
para transmitir no solo el pensamiento sino lo otro, lo que está detrás de la
idea. Eso para mí cuenta muchísimo, por la gracia del pensamiento, por la
alegría de encontrarse…".
Estrato de la Entrevista realizada por Ana Laura Abramowski a Letizia Cossetinni
Introducción histórica
En la primera mitad del siglo XX, bajo el nombre de
escuela nueva o activa o serena,
surgieron teorías y, sobre todo, experiencias de muy diversa orientación pero
que, en conjunto, apuntaban a transformar la escuela tradicional,
enciclopedista, del castigo como recurso pedagógico, bancaria, ajena a la realidad
social. A partir de los aportes de John
Dewey, en los Estados Unidos que
asegura que “… la educación no es una preparación para
la vida, sino la vida misma, ya que están presentes, fuertemente unidos, el
interés y la actividad, que la hacen vital sin lugar a dudas…”, o de María Montessori, en Italia,
que apoya la libertad completa de movimientos que se otorga al niño y por el
material didáctico que a su educación se aplica , “…la libertad de movimientos es una regla básica; el niño no se ve
obligado a ocupar un puesto determinado de una determinada fila, sino que
eligue de acuerdo a sus experiencias…”Esta así llamada «disciplina libre»
es actualmente normativa en las escuelas modernas de todo el mundo. Las Hermanas Agazzi (Rosa y Carolina) basaban
sus teorias en respetar fielmente la
libertad, espontaneidad del niño mediante su trabajo independiente y la
presentación de contenidos a través actividades lúdicas. A diferencia del
método Montessori y en consonancia con los orígenes humildes de los niños que
atendían los materiales que utilizan para sus trabajos suelen ser de deshecho .Optan
por una disposición circular de la clase. Tienen una canción para realizar cada
actividad El método Agazzi ha influido notablemente en la educación infantil. La
pedagogía contemporánea ofrece ser producto de una larga evolución histórica
que se traducen en movimientos pedagógicos importantes, uno de ellos " la
renovación del naturalismo, iniciado por la escritora Ellen Key, con radicales pretensiones reformistas, conocidos bajo
el nombre de pedagogía revolucionaria, Roger Cousinet, en Francia que implanta
el trabajo por equipos mediante el cual los alumnos se educan grupalmente
resolviendo los problemas que les plantea el maestro y también los que ellos
proponen. Ovide Decroly, en Bélgica, crea el sistema de ideas asociadas
mediante la reunión de temas de distintas asignaturas que tienen relación entre
sí. Elena Parkhurt, en los Estados Unidos de América, resuelve el
problema de la escuela unitaria al posibilitar al maestro atender un grado
mientras los restantes están ocupados en una tarea previamente dispuesta. Otro
aporte fundamental fue el de Rousseau quien defendió el naturalismo. Su modelo pedagógico se basa en dos
principios normativos: “… La educación
debe llevarse a cabo conforme a la naturaleza y la primera educación debe ser
puramente negativa. El primer principio supone: no inculcar hábitos; la
educación natural ha de estar libre de ritos y costumbres adquiridos; y ha de
llevarse a cabo en contacto con la naturaleza. El segundo trata de preservar el
corazón contra el vicio y su espíritu contra el error; y dejar al niño que
sufra las consecuencias naturales de sus propias acciones, no usar castigos, el
niño ha de estar sometido sólo a la ley de la necesidad…” Pestalozzi encauza los
principios de Rousseau en una dimensión educativa práctica, e incorpora
postulados de una pedagogía social. Apoya la educación intelectual en el
principio de la intuición que debe completarse con la educación manual y el
desenvolvimiento de las facultades físicas para lograr la educación moral.
Froebel parte
de una concepción idealista de la naturaleza humana y de una fundamentación práctica, tomada de Pestalozzi. Concepto de
educación integral y materiales. Tambien esta presente la influencia del método de Decroly que esta basado en la globalización, en la que
la atención del niño se fija en el conjunto de las cosas, antes que en los
detalles de las cosas. Demostró que el englobamiento es un fenómeno esencial
del “alma” infantil, e investigo sus consecuencias en la didáctica y la
organización escolar. El trabajo globalizado de Decroly tiene su raíz en el
Paidocentrismo de Rousseau, Pestalozzi y Claparede. Entiende que “…educar es
estimular el desarrollo de estructuras cognitivas y afectivas prestando la
debida atención a la adquisición de los contenidos culturales...” Herbart
es el primero en construir una pedagogía
científica que fundamenta en la filosofía y en la psicología. Trata y ordena la
realidad educativa conforme a unos conceptos fundamentales, universales y
considera que el fin último de la educación es la moralidad. Organiza la teoría
de los pasos formales. Con Herbart se inicia la línea didáctica- tecnológica,
en tanto que se apoya en una teoría del aprendizaje: los pasos formales, a
través de los cuales se hace más efectiva la enseñanza. Fue Herbart el primero
que organiza los problemas pedagógicos en una estructura precisa y de conjunto
con rigor de ciencia. Convierte los estudios de pedagogía en ciencia con las
bases de la psicología y la filosofía. Divide el desarrollo del niño en cuatro
etapas: infancia, niñez, adolescencia y madurez. Cada etapa tiene las propias
exigencias (pedagogía fundamental). Junto a los juegos propone la música, el
dibujo, la conversación, el modelado y el uso de materiales específicos que él
crea para la educación de las manos: los dones: objetos destinados a despertar
en el párvulo (niño),la representación de la forma, el color, el movimiento y
la materia.
Es decir, se
impulsaron prácticas renovadoras que ponían el centro de interés en los niños y
niñas con el objeto de que ellos sean no tanto los destinatarios sino más bien
los protagonistas del aprendizaje. En este contexto histórico mundial, se gesto
la escuela de la señorita Olga Cossettini
(1899-1987) y su hermana Leticia, quienes entre los años 30 y 50 convirtieron la Escuela Normal en
un lugar de acción educativa, una experiencia pedagógica que sería conocida en el ámbito
educativo nacional y más allá de nuestras fronteras.
IntroducciónLa experiencia educativa realizada por Olga Cossettini en la escuela Normal "Domingo de Oro" de Rafaela fue fundamental para ella, en lo que respecta a “ la comprensión de la capacidad creativa del niño”, “la escuela como ente generador de situaciones estimuladoras”,” la inserción real y comprometida de los contenidos curriculares con la realidad circundante, estos principios serian los ejes donde trasar el proyecto de la escuela serena. Allí se desempeña como profesora y posteriormente en la regencia de la misma desde donde realiza la experiencia educativa, Cossettini se propuso sacudir los cimientos de la institución. Eso implicó desde un cambio del espacio físico -aulas llenas de flores y mapas, con mesas colectivas para el trabajo grupal y bibliotecas bien provistas- hasta una transformación de lo que significa enseñar: “…el conocimiento no debía trasmitirse sino que debía ser conquistado, construido, por el alumno…” Si bien respetaba los programas y los contenidos de su época, Olga promovió la incorporación de la educación sensorial, la gimnasia rítmica, los juegos, las fiestas escolares, las asambleas, la pintura creativa. Además, privilegiaba un enfoque global, cuestionando la idea entonces dominante que planteaba la necesidad de ir de la parte, al todo para acceder al conocimiento escolar.
La disciplina no constituía un problema. Cuando los chicos quieren lo que hacen, regulan su conducta, decía Olga. Allí los tiempos escolares no se marcaban como rutinas de trabajo, sino que se organizaban a partir de las necesidades del aprendizaje. Además, el trabajo por centros de interés o proyectos, operaba también como una forma de disciplinamiento consensuado colectivamente. Toda la experiencia que gano en la escuela Normal de Rafaela le sirvió de base para la labor educativa que llevara acabo en la "Gabriel Carrasco" de Rosario, en donde pudo ampliarse y poner en práctica sus ideas en cuanto al respeto hacia el niño, su poder creativo, el desarrollo de su personalidad en el marco de la libertad, y la función de la escuela como ente social y cultural de la comunidad.
La escuela Normal de Rafaela estaba dirigida en aquel entonces por
Los comiensos y los ecos que provocaron...
Su padre Antonio Cossettini, profesor rural, mantuvo un enfoque abierto de la concepcion de los metodos educativos y se valio de el teatro, los titeres , el erbario, las lupas y tambien la guitarra ! para promover el asercamiento con sus alunnos y lograr la integracion de los padres a la lavor educativa, es evidente que este proseder debe haber echo eco en la vision de la educaccion que sus hijas tendrian mas adelante. Olga Cossettini y sus hermanas desde jóvenes fueron impulsadas por la corriente de la liberación de la mujer que venia desde Buenos Aires, leyendo escuchando e informándose a como diera lugar sobre la visión de la realidad que tenían mujeres como Victoria Ocampo, Alfonsina Stomi, Alicia M. de Justo y otras. En el su pueblo, Rafaela fueron las primeras, en andar en bicicleta por las calles de la ciudad, en jugar al tenis, se sentaban en la mesa de un café para deleitarse con un refresco, recitaban poesías en una radio que tenía un programa de cuatro horas diarias, salían solas de excursión en las vacaciones escolares con destino a varios puntos del país. Este proceder fue imitado por las vecinitas que aprendían a tocar el piano, leían novelas, cursaban la carrera del magisterio, etc. con la oposición de algunos padres que mantenían las viejas costumbres traídas de Europa, que debían practicar sus hijas.
Olga Cossettini estudió en Coronda de maestra. Allí, seguramente, habría oído hablar de Alfonsina Storni, recibida algunos años antes, de sus poesías y de las obras de teatro que escribió y eran representadas en la escuela por alumnos. Obtenido el título buscado ejerció la docencia en pueblos aledaños (Sunchales), Rafaela y en esta ciudad.
En el año 1935 llegaron a
Rosario, - procedentes de Rafaela, Olga
y Leticia Cossettini para cumplir con
funcion de directora y maestra respectivamente en la escuela Carrasco, ubicada en el barrio Alberdi “…era una escuela oficial
de barrio obrero, donde asistían los chicos de la zona, un barrio de casas bajas, cercano al río Paraná, asistía una
población heterogénea: hijos de pescadores y obreros, de comerciantes de clase
media y de familias acomodadas de la zona...”
Sin maestros especializados y con
escasos recursos consiguieron, en forma paulatina, ir cambiando el rígido
sistema educativo de la época. La
música, la pintura, el modelado, los títeres, el laboratorio de ciencias, las
excursiones por el barrio, una revista escolar, la cooperativa de alumnos, la
misiones culturales, la biblioteca escolar y pública, el consultorio
odontológico, el control oftalmológico, el club de madres y la asociación de
padres se integraron con armonía al quehacer cotidiano.
La escuela nueva o escuela serena
El verdadero educador deberiá
estar consciente de la correspondencia de su filosofía e ideología con algún
paradigma, en el caso de Olga Cosettini, es el paradigma emancipador, que propone
la libertad de acción por parte del niño
y respeta el aprendizaje en conjunción con el entorno socio cultural. Sin dar la espalda a los programas oficiales y con muchos
alumnos que trabajaban fuera del horario escolar repartiendo pan, como lecheros
o canillitas, El programa de conocimiento era el que se utilizaba en las escuelas oficiales de entonces pero el plan institucional era reelaborado con todo el grupo docente a principio de año para adaptarlo a la realidad y posibilidades del momento, al que Olga Cossettini, con el propósito de "darle toda la amplitud e intimidad de vida que no tenía", agrego nociones de educación sensorial, gimnasia rítmica, educación del sentido estético, juegos, teatro infantil, asambleas, exposiciones, fiestas escolares celebrando la terminación de un estudio, etc. La didáctica, sin el rigorismo pedagógico que algunos le asignan, evitaba las improvisaciones, la pérdida de tiempo y la indisciplina. Los planes de clase que presentaban los alumnos maestros cuando realizaban la práctica incluían el método y el procedimiento que se utilizaban, la forma en que se enseñaba y la transferencia del conocimiento a situaciones nuevas. “ en el video de “La escuela de la señorita Olga” dirigido por Mario Piazza, se evidencia lo mencionado cuando un alumno comenta con remembranza algo así como: “…salíamos a caminar por el barrio y aprovechábamos la situación para medir la distancia con la escuela y nuestro punto de llegada, la superficie de los canteros de las flores donde nos sentábamos a disfrutar del paisaje y observar los detalles que luego representaríamos en nuestros cuadernos…todas las situaciones de vida eran una excusa para incorporar el conocimiento de manera practica…”
De acuerdo con el pensamiento las tendencias en educación italianas, que creían que el ambiente de la escuela debe ser el mundo, el aprendizaje no sólo se realizaba en el aula, sino también en la plaza, fábricas, paseos, comercios, estación de ferrocarril, hospital, reparticiones públicas, etc., y también en el campo, hacia donde iban los alumnos portando lupas, palas, metros, cámara fotográfica, red para cazar insectos en busca de los elementos de estudio que necesitaban, para después en el aula sacar conclusiones mediante la observación, la asociación, el análisis que en definitiva conformaban el conocimiento que ingresaba en la mente como una conquista propia, sin tener en cuenta el tiempo ni el horario establecido por la reglamentación vigente, pero sí el interés manifestado por los alumnos. El aprendizaje, realizado de esta forma, concordaba con el pensamiento de Lombardo Radice, que asegura que lo real no es real por ser tangible y visible, sino porque es parte viva del todo y la importancia que tiene en educación por la cantidad y la calidad de reacciones síquicas que provoca; y también con Federico Junge, sobre la interdependencia que tienen todos los seres sin la cual es imposible la vida, concepto éste admirablemente desarrollado en su libro "El estanque de la aldea como comunidad de vida". Olga Cossettini rompió con la teoría atomista imperante en aquella época que indica que el aprendizaje debe hacerse por las partes, para abrazar la estructuralista que opina lo contrario. Esta decisión la llevó a globalizar la enseñanza, de manera que las asignaturas separadas en compartimientos estancados se unieran en sus aproximaciones y correspondencias, con lo cual dio lugar a los centros de interés, a los proyectos, etc – según lo enunciado por una alunna en el video de Mario Piazza, decía algo así como: “… nosotros proponíamos alternativas para resolver los problemas del barrio o de aquel que lo necesitara y nuestros intereses eran escuchados …”., estas aproximaciones contribuyeron a hacer más atractivas las clases y a mejorar los resultados educativos porque se respetaba la natural disposición del niño de ver las cosas a través de su percepción. Olga Cossettini se pregunta, ¿Se enseña el lenguaje? Y la respuesta es negativa, ya que para ella solamente se ayuda a crearlo. Es por eso que respalda y respeta el que el niño trae de la casa, el que se va puliendo y perfeccionando de manera de "no quitarle lo que le es propio, es decir, sin destruir la parte de belleza que es característica de lo que es esencialmente puro, espontáneo, natural". A esto agrega: "el maestro que apura la formación del lenguaje, que obliga al niño a tomar el suyo como modelo, no hace más que romper y destruir la armonía y la belleza de lo que es patrimonio exclusivo del nino".El trabajo manual relacionado con la carpintería, canasteria, encuadernación, imprenta, etc., para los varones, y costura, bordado, y tejido para las mujeres, que lleva fines utilitarios, se alternó con el que contribuye a la formación educativa por intermedio de esta actividad. Siguiendo a las hermanas Agazzi, quienes lo explican muy bien en SL' libro "El arte de las pequeñas manos", se utilizaban materiales de desecho: cartones, papel diario, serpentina, bujías eléctricas, pedacitos de alambres, cáscaras de huevo, semillas recogidas durante las excursiones al campo, etc. con los cuales, apelando a la imaginación y a la fantasía, creaban verdaderas obras de arte mediante la combinación de colores y los elementos seleccionados: un ramo de margaritas con semillas de zapallo, estrellitas con granos de arroz, guardas que imitaban mariposas, cangre jos, etc.El dibujo dejó de ser exclusivamente una copia del natural, sino también la expresión de una página leída, de un cuento narrado, de un deseo profundamente sentido que reflejaban verdaderos estados del alma.Olga Cossenttini introdujo el trabajo por equipo, que alternó con el individual, mediante el cual la conquista del conocimiento se realizaba grupal mente, con sus beneficios en los terrenos de la moralidad, la ayuda mutua, el compañerismo y el desarrollo del sentimiento gregario. En tal ocasión, los grupos contaban con mesas hexagonales que coadyuvaban a la comodidad y a la comunicación de sus integrantes. ¿Y la disciplina? No constituyó en ningún momento un problema, porque estaba regulada por el interés y la actividad siempre unidos que no permiten que se desvíe y sobre todo cuando los niños "quieren lo que hacen
Leticia, además de acompañar a su hermana de manera incondicional, le imprimió a la cotidianidad de la escuela su sello particular: el de una mujer que al mismo tiempo que maestra era artista. El Coro de Niños Pájaros, el Teatro de Niños y el de Títeres, la danza, así como los conciertos fono eléctricos quincenales donde sonaban Mozart o Schubert y esas ilustraciones en acuarela que desbordaban desprejuiciadamente los márgenes y renglones de los cuadernos de clase, tenían la impronta inconfundible de la señorita Leticia. En la escuela Carrasco no había "hora de" dibujo, artes plásticas o expresión corporal; la educación estética era parte nodal de la formación de los niños. Las asignaturas perdían sus contornos y tanto la biología como la geografía podían invitar a recurrir al pincel o a la poesía. En la base de esta manera de concebir el currículum estaba la convicción de que la escuela debía ensanchar la capacidad del niño de imaginar, de crear, de expresarse y de elegir en qué lenguaje hacerlo.
En 1950, Olga Cossettini fue
exonerada de su cargo. Es sabido que fueron las discrepancias políticas e
ideológicas con el Gobierno las que desencadenaron este desenlace. En realidad,
las medidas oficiales contra la directora de la escuela Carrasco comenzaron un
tiempo antes y se señala a Leopoldo Marechal -el conocido escritor entonces
presidente del Consejo General de Educación de la provincia de Santa Fe- como
el responsable de firmar el primero de una serie de decretos que conducirían al
cese definitivo de la experiencia. El episodio muestra que las palabras y los
escritos muchas veces pueden formar figuras expulsoras y furiosas. Quizás de
eso también esté hablando Leticia al insistir con que las palabras deben usarse
para el encuentro y el enlace.
La partida de las Cossettini fue vivida con congoja por los alumnos de la escuela, quienes a través de cartas, composiciones y hasta carteles de protesta manifestaron su enojo y su tristeza. Norma, de 12 años, alumna de 6º grado, escribió el 18 de noviembre de 1950 una redacción que lleva por título Recuerdo y dice así: "Me entristezco al pensar en aquellas alegres excursiones que hacíamos con mis compañeros y la señorita Leticia los días que acariciaba el sol. Esos finos y bulliciosos cantos que entonábamos para embellecer el paseo admirando los arroyos, las erguidas espigas, las delicadas margaritas silvestres con que tropiezo en el camino polvoriento. Bajar escaleras, correr bajo los sauces que mecen sus cabellos finos reflejados en una laguna dormida; pisotear el yuyo dejando atrás las huellas de la alegría. Todo esto ya no lo haré más y no iré a recorrer esos lugares del brazo cariñoso de la señorita Leticia y mis compañeras".
La partida de las Cossettini fue vivida con congoja por los alumnos de la escuela, quienes a través de cartas, composiciones y hasta carteles de protesta manifestaron su enojo y su tristeza. Norma, de 12 años, alumna de 6º grado, escribió el 18 de noviembre de 1950 una redacción que lleva por título Recuerdo y dice así: "Me entristezco al pensar en aquellas alegres excursiones que hacíamos con mis compañeros y la señorita Leticia los días que acariciaba el sol. Esos finos y bulliciosos cantos que entonábamos para embellecer el paseo admirando los arroyos, las erguidas espigas, las delicadas margaritas silvestres con que tropiezo en el camino polvoriento. Bajar escaleras, correr bajo los sauces que mecen sus cabellos finos reflejados en una laguna dormida; pisotear el yuyo dejando atrás las huellas de la alegría. Todo esto ya no lo haré más y no iré a recorrer esos lugares del brazo cariñoso de la señorita Leticia y mis compañeras".
Los padres, atraídos por esta
nueva forma de aprender se integraron a través de la cooperadora y el club de
madres. Visitantes ilustres se
maravillaron al convivir con estos chicos expresivos y entusiastas: Gabriela Mistral, Juan Ramón Jiménz, Hilarión
Hernández Larguía, Juan Mantovani, Javier Villafañe, Fernado Birri son alguno
de los tantos que pasaron por la escuela.
flavia mauro
·
Amanda
Paccotti “Olga Cossettini y la escuela serena”
·
Federico
Junge, "El
estanque de la aldea como comunidad de vida".
·
Diccionario de la real academia
española 23º edición
·
Fröbel: El Trabajo Y La Educación Moral edit. America
·
La escuela viva , Losada BS AS 1942
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